RECORTES DE PERIODICO
SALTA DESDE LA TORRE EIFFEL Y SE MATA.Un paracaidista Noruego de 31 años, con una experiencia demas de 200 saltos fallecio tras saltar en paracaídas y sin autorizacion desde el segundo piso de la parisina Torre eiffel.
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Arranco la hoja, doblo la noticia y la meto en el bolsillo de mi pantalon...me bebo el cafe de un solo sorbo y sonrio... seguro que el paracaidista estaba enamorado...
Aquellos dias vienen poco a mi memoria, con el paso del tiempo esos dias cogen un color amarillento, como aquellas fotos de entonces de color sepia. Recuerdo a mi abuela con aquel camisón tan blanco, mi abuelo ponia el despertador en hora, como si tuviera que ir algun sitio. Recuerdo perfectamente aquella habitación... aquel olor jubilado, aquel olor a un dia fui joven, a un dia estuvimos enamorados... recuerdo aquel colchón en el suelo a los pies de la cama de mis abuelos, lo que suponía estar de paso se convirtió en todo un año.
Recojo el bolso, me enfundo en mi peto tejano remangado, cierro la puerta.
Cuanta gente hoy en la playa! Que pasa que la gente no trabaja!! Y bajo la vista a la arena y en la arena una toalla y un tipo que se sonríe por mi comentario...lo miro y... descarada como de costumbre le pregunto: oye tu no trabajas!
Hola...como te llamas?
Maria, la niña gorda de la clase, la que se comia hasta las gomas se hizo cisne... Daniel el guaperas de séptimo, el primero que empezo a afeitarse... se volvió patito feo... Jesús el atemorizador de niños acabo siendo un calzonazos con una mala puta que ya venía con dos niños rubios... Manuel el que soñaba ser veterinario, el que lloraba si matabas una araña... ahora es el mejor de los pasteleros, creo que Vanesa se hizo azafata de vuelo... Rafael, aquel que sacaba tan buenas notas trabaja en el polígono que hay cerca de casa y anda todo el día con una bata azul arriba y abajo... te acuerdas de Carlos, el que olia el pegamento en barra... creo que se casa dentro de poco, por la iglesia y ya tienen piso y todo... Te acuerdas de Toni, el que coleccionaba cromos de motos.... pues ahora anda con una amarilla, una 600 creo... y hacer brum brum como lo hacia en el patio pero ahora con casco...y Roberto aquel que era un mal portero... resulta que es verdad... que aunque ha salido del armario ahora llevaba metido en el desde primero.
A TODOS LOS MARIOS QUE SE QUEDARON EN LA SALA DE ESPERA.
La sra Isabel, es una señora muy peculiar... su pelo color sepia fue lo primero que llamo mi atención... me parecía como si una mujer se hubiera escapado de aquellas fotos viejas y amarillentas... anda siempre con su monedero grande debajo del brazo y una blusa ancha de flores, es como si tuviera siete blusas iguales aunque sean distintas.
Y he visto a un angelito negro, uno de esos angeles urbanos... todos los angeles al bajar al caer del cielo dejan en su espalda, como si de una cicatriz se tratara la forma de sus alas.
Cervezas, resacas, lagrimas, sonrisas, conversaciones absurdas, desvarios, la noria y tu en la misma cesta que yo...secretos, roma, convivencia,bombones, camisones anti-eroticos, complicidad, años, etapas, lokura.
Se tiñe la sala de oscuro... tan sólo unas luces de emergencia... que en realidad no hacen falta... uno al rato de estar a oscuras se acostumbra a esa oscuridad.
Casi como un ritual... no importa si llego ahora de trabajar, si he tenido un dia bueno o malo, cada día enciendo mi vieja pantalla de ordenador, coloco mi barrita de incienso y se llena la habitación de amigos, poco a poco vais entrando a casa, a veces uno a uno.. a veces todos a la vez...
Y ellos van llegando... cargados de instrumentos... con algo de tabaco de liar en el bolsillo algunos, otros con alguna cajetilla ya doblada.
Un frió estremecedor... silencio... silencio de los que gritan martilleando el corazón, pom, pom, pom, y el POM, POM, crece descompasado... a cada paso... desde lejos unos tacones... y un zapato plano.... y un alma en pena...
Me gusta verlo llegar, aunque siempre sea yo la que llego porque siempre llego tarde... cruza la estancia y llega a la mesa de nuestro bar de madera, el de siempre, aunque en realidad ya esta sentado y soy yo la que llego, pelo revuelto y perdida la mirada hasta que lo encuentro, siempre dice que el primer cigarro se lo fuma solo y que cuando aparezco por la puerta me mira y siempre soy otra...
Ella llegaba enfundada en un tejano viejo y desgastado, el ya estaba en la cola, ella andaba con aire despreocupado y traia en los rizos de su pelo el aire nuevo, el recorrio cada mancha de lejia de su pantalón, cada roto, ascendio la mirada curiosa y encontro bajo su gorra unos ojos llenos de vida, se perdio en aquel tirante, en la camiseta complice que dejo al desnudo su ombro, ella simplemente dibujo una sonrisa. Sono la maquina registradora.
A mi derecha, Maria y Miguel son el primer eslabón, a Maria se le saltan las lágrimas al verlos a todos sentados a la mesa.
Sobre la barra se escapaba la tarde, veía como aún luchaban por entrar los últimos rayos de sol por la ventana, a fuerza de ver como el bar se quedaba poco a poco oscuro, intentaba deslizarme entre tazas de café, trapos de cocina, botellas de cerveza vacías... ponía mi pequeño trocito de luz, supongo que porque a veces encontraba demasiados corazones oscuros sentados en aquellos taburetes.