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Un corazón equilibrista...LoKuRa

Un adorno de la calle

Un adorno de la calle

Dicen que lo último que se hunde es el mástil de un barco.

Me revuelvo el pelo con las manos y espero... y acude a mi mente el descuido, hoy tenía que haber ido al supermercado.

Me muerdo una uña... miro hacia los lados... nadie se detiene.

Me imagino que estoy sentada en uno de esos centros de estética, donde una mujer muy maquillada trabaja con cuidado mis manos, una manicura francesa por ejemplo, como esas secretarias que desayunan siempre en la cafeteria que hay frente al banco. Yo en cambio desayubi en el bar del Paco y siempre a eso de las 12 que es cuando ya he llevado a Maria a la guardería y arreglado cuentas con Carlos que es lo mas parecido a un jefe.

Mi Jona es diferente a la María... no es muy bueno en cosas de la escuela pero es muy espavilado y el solito se coge el 23 a las 9 menos cuarto.

Me pinto los labios con una barra que le compre a la Consuelo, el día que creía que vendiendo productos de avon conseguiria una nómina para irse de este barrio... tres meses depués la acompañe al banco y al salir, tras la negativa tuve que prestarle una de las medias de tienda cara que tardan mas en romperse... y bueno... paso a ser de nuevo un adorno en la calle.

 

Un coche se detiene.

La Consuelo es muy amiga mia, se instaló en mi vida por casualidad y desde entonces lo hacemos casi todo juntas, se ocupa incluso de los niños cuando yo estoy trabajando, como ahora mismo por ejemplo.

Trabajo... y me viene a la mente el número de teléfono que tengo en mi bolsillo, Paco el del bar que se entera de todo, me dijo que andaban buscando una mujer para limpiar los lunes y los martes... mira que si me cogieran tendría pagados al menos los recibos del agua y el gas, eso sin contar con los libros del Jona y las bambas que le prometí por ir todos los dias a la escuela... y claro no le puedo decir que no porque las tiene su amigo el Luisma.... lo que pasa que a él se las compro su hermano cuando le dieron la condicional y vino por el barrio.

Apreto el número de teléfono con fuerza y me tiemblan las piernas.

Para llevar corbata tiene la lengua muy sucia, me pregunto si su mujer será una de esas secretarias con manicura francesa...me pregunto incluso si será una de esas que no han salido del armario, una de esas que hacen la calle pero en la cocina... para poder tener un chalet de verano y un vestido de Versace... luego se sientan por navidad a la mesa y sonrien... seguramente porque sus hijos tienen las bambas que tiene el Luisma y porque su mujer hace tiempo que tiene un amante, que a parte de trabajarsela le acaricia la cara.

Se sube el pantalón, abre su cartera y yo cierro las piernas.

Cojo el ascensor, busco las llaves de casa y dejo la compra en la mesa de la cocina. María corre a darme un abrazo y un dibujo que ha pintado para mi en el colegio.

La vecina de en frente grita y llora, se oye un portazo.

El Jona que es muy avispado descubre entre las bolsas sus bambas y yo coloco un recibo en la estanteria de recibos pendientes de pagar.

Cojo el periódico, Lucía ha salido otra vez en portada, maldita sea pienso... pero esta vez es distinto, ha salido con un titular en negrita y una muerte anunciada.... se caso con un principe y se levanto con su verdugo.

Ya nada me conmueve me digo mientras me seco una lágrima y echo un sofrito de cebolla en la olla, niños la cena estara en diez minutos

Cojo el teléfono y llamo a Consuelo que al enterarse también llora, debe ser porque también esta cocinando... el día que la calle se quede sin adornos el cielo se llenara de estrellas.

Dicen que lo último que se hunde es el mástil de un barco.

3 comentarios

coco -

Me ha encantado. Qué bonito. Un beso de buenas noches.

erik -

Es posible. Sí

Miguelon -

que bonito relato, y a veces el barco voltea, y el mastil es lo primero que se hunde.
Besos.
PD. Tengo ganas de ir a ver el Coliseo. Y sobre lo del escorial parece otoño, ya fui hace tres años y hacía un frio que pelaba.