El mundo se detuvo en el instante en que cogí tu mano, la multitud desapareció, solos tu y yo, juegas a seducir lo seducido, tus brazos sostienen mi cintura, tu cabeza zigzaguea desde mi vientre hasta mi pecho, juego a que me escapo y tu me agarras con mas fuerza, como quien se agarra a un clavo ardiendo, tu te quemas y yo... yo me estremezo, me derrito como el hielo que resbala por mi cuello, me deslizo en tu sudor, el mío propio, inhalo de los poros de tu piel el erotismo, de mi pelo gotea el deseo que se funde con tus manos, las que trepan y descienden descaradas llenas de fuego ahora soy yo la que se quema, giro sobre ti, mis pies a penas rozan el suelo mientras tu boca muerde mi boca me balanceo en el vaivén de tus caderas, ahora somos un solo cuerpo, te siento, tus dedos disfrutan de mi cuerpo, lo único que nos separa es nuestra propia piel. Me elevas con tus manos, mis piernas se enredan en ti, mis manos tiemblan en tu espalda, ahora me jadeas la canción. Solos tu y yo entre la multitud que nos rodea, un nuevo lenguaje solo para ti y para mi, no solo bailas, también me haces el amor sin poseerme, la música por un instante a dejado de sonar y tu, tu sigues bailando para mi, yo sigo bailando para ti como si nadie nos estuviera mirando.
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