EL SONIDO DE LA FELICIDAD
Duermes, desnudo.
Tu piel blanca reposa sobre el lienzo de las sabanas.
El ruido del ventilador no altera el sonido de la noche.
Nada.
Nada enturbia la quietud de esta noche.
Una suave brisa, casi imperceptible agita el toldo y mece el canto de la ventana.
La ciudad duerme bajo las farolas y los coches, abajo, aguardan la madrugada.
Como si fuera el único instante en el que soy testigo de cómo gira el mundo, sobre si mismo, conmigo, contigo que ahora duermes.
Y escucho el silencio, como si la felicidad fuera tan cotidiana...
Que no la escucháramos.
Esta noche la oigo... en tu respiración al volver a la cama,
Y en la quietud de esta noche.
6 comentarios
Antoine -
un besito
angel -
Saludos...
coco -
RESEÑAS -
natzan -
Azul -
Un abrazo y buen inicio de semana.